El patio de La Casita del Reloj es uno de nuestros grandes tesoros, una instalación clave para el desarrollo y aprendizaje infantil. Numerosos estudios acreditan que contar con un espacio abierto de estas características hace a los peques más felices y saludables. Por eso, hoy queremos profundizar en este tema y aportaros detalles sobre las razones por las que el tiempo disfrutado al aire libre les produce efectos tan positivos.
En primer lugar, el jardín les permite jugar y hacer ejercicio con sus amiguitos, lo que repercute de manera muy positiva en su salud física y habilidades motoras. Además, gozan de más oportunidades para usar su imaginación y creatividad, al tiempo que aprenden a resolver problemas y a cooperar con los demás, circunstancias que potencian su desarrollo cognitivo.
Por tanto, las salidas al patio-jardín de nuestra escuela infantil estimulan la faceta creativa y refuerzan la socialización y experimentación del mundo que les rodea. Todo ello en un ambiente más relajado que, en conjunto, se convierte en fuente de felicidad.
Sumado a todo lo que ya hemos mencionado, la exposición moderada al sol aparece como otro gran efecto positivo para los niños y niñas del centro. No hay que olvidar que los pediatras recomiendan que los más pequeños pasen al menos una hora al aire libre cada día, algo que, aunque parezca difícil de creer, y más teniendo en cuenta la zona en la que vivimos, no ocurre con tanta frecuencia como imaginamos. De ahí la importancia de nuestro patio al aire libre.
El sol, la vitamina D y el calcio
Como sabéis, los rayos solares son necesarios para que el cuerpo sintetice la preciada vitamina D, esa que resulta fundamental para que los huesos asimilen el calcio. Imaginad la trascendencia de este proceso a unas edades tan tempranas. Por supuesto, este tiempo fuera del aula debe ir acompañado de una adecuada protección, adoptando la precaución de evitar las horas centrales del día cuando el termómetro marca valores excesivamente elevados. La primavera y el otoño son estaciones ideales para sacar todo el partido al buen tiempo y las temperaturas suaves propias de nuestro clima.
Por tanto, como destaca la directora del centro, Luti Navarro, «el disfrute del patio de La Casita del Reloj resulta tan importante como la educación y enseñanzas que transmitimos a todos los peques. Ambos pilares del desarrollo actúan en perfecta armonía para que estas deliciosas personitas vayan avanzando y cubriendo sus etapas de crecimiento de la manera más satisfactoria y plena».
Por último, nos gustaría hacer hincapié en que el juego en espacios abiertos mejora el estado de ánimo general de los niños y niñas y les ayuda a regular sus emociones. Otro factor positivo para añadir a la lista.
Dicho todo esto, estamos convencidos de que, a partir de ahora, cuando veas o pienses en el patio de La Casita del Reloj, donde tu hijo o hija juega y aprende cada día, lo harás de una forma muy diferente y dibujando una sonrisa en el rostro.